Cómo activar la configuración del filtro de color en iPhone y iPad

Invertir colores siempre ha sido una función de accesibilidad muy útil, y si usas la última versión de iOS, sigue ahí. La cuestión es que los filtros de color no solo sirven para invertir, sino que también ayudan a personas con discapacidades visuales como el daltonismo o a quienes desean reducir la fatiga visual. Sin embargo, a veces, activarlos no es sencillo, sobre todo si nada funciona como esperas o la interfaz resulta torpe. Aquí tienes un breve resumen sobre cómo configurar esos filtros de color en tu iPhone o iPad, y con suerte, facilitar la lectura sin dolor de cabeza.

Habilitar filtros de color en iPhone o iPad

Si la pantalla predeterminada no te convence o notas fatiga visual, activar filtros de color puede ser útil. Están ocultos en la configuración de accesibilidad y no siempre es fácil encontrarlos, sobre todo si algo no funciona correctamente. El objetivo es activar el filtro que mejor se adapte a tus necesidades, ya sea escala de grises o una de las superposiciones de color. Disfrutarás de una lectura más fluida, menos reflejos o simplemente una experiencia más natural para tus ojos.

1. Abre la aplicación Ajustes. Considérala como el panel de control de tu dispositivo para personalizarlo todo.

2. Pulsa en Accesibilidad. Suele estar un poco oculto, así que desplázate hacia abajo o usa la búsqueda si no lo encuentras rápidamente.

3. Desplázate hacia abajo y selecciona Pantalla y tamaño del texto. Aquí se realiza gran parte de la personalización de la pantalla, como el tamaño de fuente, la negrita y los filtros de color.

4. Desplázate hacia abajo y pulsa ” Filtros de color “.En algunas configuraciones, activar este interruptor no siempre funciona de inmediato, así que intenta desactivarlo y activarlo de nuevo, o reinicia el sistema si es necesario. Una vez activado, verás varias opciones.

5. Encontrarás diferentes filtros como:

  • Escala de grises
  • Filtro rojo/verde
  • Filtro verde/rojo
  • Filtro azul/amarillo

6. Selecciona el filtro que mejor se adapte a tus ojos. No dudes en probarlos todos; a veces, la opción obvia no es la más adecuada. En la parte inferior, hay un control deslizante que ajusta la intensidad o sutileza del filtro, lo que puede ser decisivo.

Si por alguna razón estos ajustes no se aplican correctamente o el interruptor no responde, comprueba si tienes activadas las restricciones de tiempo de pantalla o si hay alguna actualización de software pendiente. A veces, los errores impiden que estas funciones funcionen correctamente. En algunos dispositivos, yo desactivaría la función, reiniciaría el dispositivo y la volvería a activar. Parece sencillo, pero suele solucionar pequeños fallos.

Todo este proceso es de gran ayuda para quienes tienen dificultades con la pantalla predeterminada o simplemente desean reducir la saturación visual. Una vez configurado, la lectura se vuelve más fácil en casi cualquier condición de iluminación. No sé por qué a veces funciona y a otras no, pero en ciertas configuraciones, para activar la función se requieren varios intentos o un reinicio rápido.

En definitiva, estos ajustes convierten tu dispositivo en una experiencia más personalizada, especialmente si el brillo o las combinaciones de colores inusuales te resultan incómodas. Así que pruébalo, descubre qué te parece bien y disfruta de una pantalla más cómoda.