La última versión de Windows 11, la 25H2, ya está disponible, y si tu PC cumple los requisitos, probablemente verás una ventana emergente en Windows Update invitándote a actualizar. Pero seamos realistas: conseguir que la actualización funcione correctamente no siempre es fácil. A veces se bloquea o tu sistema no es del todo compatible a pesar de cumplir la mayoría de los requisitos. Si intentas migrar de Windows 10 a Windows 11 y no se inicia o sigue fallando, esta guía puede ayudarte a solucionar algunos problemas comunes y ofrecerte algunas alternativas.
Cómo solucionar problemas al actualizar de Windows 10 a Windows 11
Revise su sistema manualmente antes de la actualización
Primero, asegúrate de que tu hardware cumpla con las especificaciones mínimas. A pesar de las advertencias de Windows Update, algunas PC te ignoran y no cumplen los requisitos. Vale la pena descargar la aplicación Microsoft PC Health Check. Ejecútala; si indica que tu PC no está lista, no la ignores; eso significa que algún hardware como TPM 2.0 o Arranque seguro podría estar desactivado o no ser compatible. A veces, es necesario modificar algunos aspectos técnicos, como la configuración de la BIOS, para habilitar TPM o Arranque seguro. Porque, claro, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario.
Desinstalar o deshabilitar el software conflictivo
Puede parecer complicado, pero los antivirus o VPN de terceros a veces bloquean el proceso de actualización. Desactívalos o desinstálalos temporalmente desde Configuración > Privacidad y seguridad > Seguridad de Windows > Protección contra virus y amenazas. Además, desconecta las unidades externas, las tarjetas SD o cualquier periférico no esencial, como impresoras o discos duros externos. Es posible que Windows se confunda al intentar actualizar con muchos dispositivos conectados.
Libere algo de almacenamiento y restablezca los componentes de actualización
Si tu disco duro está casi lleno o la caché de Windows Update está dañada, la actualización podría bloquearse o fallar. Libera espacio: intenta tener al menos 64 GB (más si es posible).Puedes hacerlo eliminando archivos innecesarios o ejecutando Disk Cleanup
Inicio > escribe ‘Liberador de espacio en disco’.
Para restablecer los componentes de Windows Update (una solución un tanto extraña pero que a veces funciona), abra PowerShell como administrador y ejecute estos comandos uno por uno:
net stop wuauserv net stop bits ren C:\Windows\SoftwareDistribution SoftwareDistribution.old ren C:\Windows\System32\catroot2 catroot2.old net start wuauserv net start bits
Esto restablece el caché de actualización y puede limpiar los archivos bloqueados.
Utilice la herramienta de creación de medios como una alternativa
Si Windows Update se bloquea o no ofrece la actualización, la Herramienta de Creación de Medios es una excelente alternativa. Descárguela de la página oficial de descargas de Windows 11. Una vez descargada, ejecútela como administrador (haga clic derecho > Ejecutar como administrador).Puede crear un USB de arranque o actualizar directamente desde el archivo ISO.
Este método es bastante práctico porque evita los bloqueos habituales de Windows Update. En algunas configuraciones funcionó de inmediato; en otras, necesitó un par de reintentos o un reinicio antes de que los cambios se propagaran.
Comprobar la configuración del BIOS/UEFI manualmente
A veces, incluso si su hardware cumple los requisitos, TPM o el Arranque Seguro se desactivan en la BIOS por defecto. Para activarlos:
- Reinicie su PC e ingrese al BIOS/UEFI (generalmente presionando F2, Delete, u otra tecla al inicio; consulte las instrucciones del fabricante).
- Busca las opciones “TPM”, “Chip de seguridad” o “Arranque seguro”.A veces se encuentran en las pestañas “Avanzado” o “Arranque”.
- Habilite ambos, guarde los cambios y reinicie. Después, intente actualizar de nuevo.
Este paso suele pasarse por alto, y Microsoft ha guardado silencio sobre cómo hacer que estos botones sean más visibles. Pero si el TPM está desactivado, la actualización a Windows 11 no se realizará sin una modificación.
Consejos finales y soluciones extrañas
Si ninguna de las opciones anteriores funciona, siga intentándolo. Reinstalar Windows 10 desde cero y luego intentar la actualización de nuevo a veces puede activar el proceso. O, en un tono menos técnico, espere un poco; Microsoft actualiza ocasionalmente la herramienta de actualización si detecta problemas generalizados. A veces, basta con reiniciar o esperar unas horas, ya que Windows puede ser terco y algunas cosas son responsabilidad de Microsoft.
Y si simplemente desea comenzar de nuevo y no le preocupa preservar todo, realizar una instalación limpia utilizando el medio de instalación de Windows 11 (desde el mismo enlace anterior) finalmente podría ser la solución.
Resumen
- Compruebe la compatibilidad del hardware con PC Health Check de Microsoft.
- Deshabilite el software conflictivo como antivirus o VPN y desconecte los periféricos innecesarios.
- Asegúrese de que TPM y Arranque seguro estén habilitados en el BIOS.
- Borrar la caché de actualización mediante comandos de PowerShell.
- Utilice la herramienta de creación de medios si Windows Update se niega a cooperar.
- Considere una instalación limpia para comenzar de nuevo si las actualizaciones siguen fallando.
Resumen
Actualizar a Windows 11 no siempre es fácil, sobre todo con las peculiaridades del hardware y las configuraciones ocultas. Pero con un poco de solución de problemas suele ser posible. Esperamos que algunos de estos consejos te ayuden a ahorrarte dolores de cabeza y a actualizarte al sistema operativo más rápido. Porque, sinceramente, si esto acerca un poco más a alguien a ese nuevo y reluciente Windows 11, merece la pena el esfuerzo.