Ajustar las prioridades de las aplicaciones en Windows 10 puede parecer un poco complejo al principio, pero es bastante útil cuando el sistema se atasca con la carga o ciertas aplicaciones simplemente no reciben suficiente energía. A veces, la configuración predeterminada del ordenador no prioriza las aplicaciones que realmente te importan, como ese editor de vídeo o juego de alta potencia, y eso puede causar lag, tirones o simplemente lentitud general. La idea es ajustar el sistema para que preste más atención a las aplicaciones críticas, especialmente si se ejecutan varios programas a la vez.
Ahora bien, cabe destacar que esto no es una solución mágica para todo, pero sí ayuda en situaciones específicas. Lo que tendrás que hacer es explorar el Administrador de Tareas, encontrar el proceso que quieres solucionar y aumentar su prioridad. Sin embargo, ten cuidado: configurar algo en “Tiempo real” puede complicarlo todo si tu sistema no está acostumbrado a ello. Normalmente, “Alto” o “Por encima de lo normal” son opciones más seguras, especialmente para aplicaciones que consumen muchos recursos o que necesitas para un funcionamiento fluido.
Cómo establecer la prioridad de las aplicaciones en Windows 10
Abra el Administrador de tareas rápidamente (¿porque para qué recorrer los menús?)
- Presiona Ctrl + Shift + Esc. Esto abre el Administrador de tareas más rápido que navegar por los menús. Si no funciona, también puedes hacer clic derecho en la barra de tareas y seleccionar Administrador de tareas desde allí, pero el atajo de teclado es mucho más rápido.
Cambie a la pestaña “Detalles” para tener más control
- Haz clic en la pestaña Detalles; es la que muestra todos los procesos en detalle, incluyendo lo que no aparece en la pestaña Procesos, que es más simple. Aquí puedes ver los nombres de los procesos (a veces raros, a veces exactos).Algunas aplicaciones pueden ejecutarse en varios procesos, así que tendrás que elegir el correcto.
Encuentra tu aplicación o proceso objetivo
- Desplázate o usa el cuadro de búsqueda (si está disponible) para localizar la aplicación o el proceso. El nombre del proceso podría ser el nombre del archivo ejecutable, como chrome.exe o vlc.exe. Si no estás seguro de cuál es el tuyo, puedes ejecutar primero esa aplicación y luego actualizar la lista.
Haga clic derecho y cambie la prioridad, pero tenga cuidado
- Haz clic derecho en el proceso, coloca el cursor sobre Establecer prioridad y selecciona un nivel: Bajo, Inferior a lo normal, Normal, Superior a lo normal, Alto o Tiempo real. Normalmente, configurarlo en Alto o Superior a lo normal es útil, pero evita Tiempo real a menos que quieras arriesgar la capacidad de respuesta del sistema, ya que puede bloquear tu equipo si se usa incorrectamente.
Esta modificación básicamente modifica el programador de la CPU para que preste más atención a ese proceso, lo que podría mejorar el rendimiento si la CPU estaba sobrecargada. En algunas configuraciones, el cambio puede requerir un momento o un reinicio rápido de ese proceso; a veces, no parece funcionar de inmediato. Y sí, esta configuración se restablece después de reiniciar, así que si quieres que se mantenga, tendrás que cambiarla de nuevo.
Consejos para establecer la prioridad de las aplicaciones en Windows 10
- Vigila el comportamiento del sistema después de cambiar las prioridades: si se vuelve entrecortado o no responde, redúcelo un poco.
- No te excedas: configurar docenas de aplicaciones en Alto puede ser más perjudicial que beneficioso.Úsalo principalmente para tareas que consumen mucho CPU.
- Recuerde que estos son ajustes temporales a menos que utilice herramientas de terceros para automatizarlos, así que no espere un control perfecto a largo plazo sin algo de trabajo adicional.
- Úselo principalmente para aplicaciones que sabe que necesitan absolutamente más CPU, pero evite darle a todo alta prioridad, ya que eso solo hace que su sistema sea inestable.
Preguntas frecuentes
¿Por qué cambiar la prioridad de las aplicaciones en Windows 10?
Si algo se ralentiza o necesitas que ciertas aplicaciones funcionen con mayor fluidez, aumentar su prioridad puede ser de ayuda. Es como decirle a Windows: “Oye, dale un poco más de tiempo de CPU, por favor”.
¿Es seguro jugar con las prioridades?
En general, sí. Pero configurar las cosas en Tiempo real o con una prioridad demasiado alta puede hacer que el sistema no responda. Así que no te excedas; ten cuidado.
¿Esto permanecerá así después de reiniciar?
No, estas configuraciones son temporales. Al reiniciar el PC o cerrar la aplicación, la prioridad se restablece a la predeterminada. Para una solución permanente, necesitarías scripts o automatización, lo cual es un poco más complicado.
¿Qué hace “Realtime”?
Lleva ese proceso al nivel máximo de atención de la CPU. Sin embargo, puede sobrecargar otras partes del sistema, provocando bloqueos o fallos.Úselo con precaución.
¿Puedo hacer esto para varias aplicaciones a la vez?
No directamente en el Administrador de tareas. Hay que realizar cada proceso manualmente, lo cual es un poco engorroso, pero así es como Windows lo simplifica; a veces, quizás demasiado.
Resumen
- Abra el Administrador de tareas con Ctrl + Shift + Esc.
- Vaya a la pestaña Detalles.
- Encuentra el proceso que quieres modificar.
- Haga clic derecho y pase el cursor sobre Establecer prioridad.
- Seleccione el nivel, normalmente Alto o Por encima de lo normal.
Resumen
Ajustar las prioridades de los procesos puede mejorar el rendimiento del sistema de forma pequeña pero notable, especialmente si se trabaja con aplicaciones o juegos que consumen muchos recursos. Simplemente mantén un nivel razonable; excederse podría causar más problemas que soluciones. En una configuración que probé, funcionó de maravilla, mientras que en otra no supuso ninguna diferencia; es curioso cómo reacciona el hardware. En fin, es un truco rápido que vale la pena probar si el sistema se ralentiza.
Espero que esto le ahorre algunas horas de trabajo o resolución de problemas a alguien. Mucha suerte y que su CPU sea buena.