Cómo cerrar aplicaciones en segundo plano de forma eficaz en Windows 10

Si tu ordenador va lento, sobre todo últimamente, es posible que las aplicaciones en segundo plano estén consumiendo recursos sin que te des cuenta. Es curioso cómo algunas aplicaciones siguen ejecutándose en segundo plano, incluso cuando crees que están cerradas. Esto puede causar una ralentización general, fallos o simplemente que el sistema responda menos.¿La buena noticia? Es bastante sencillo localizar a esos que consumen muchos recursos y desactivarlos. Además, hacerlo con regularidad puede ayudar a mantener el sistema optimizado, eficiente y rápido. Así que, si quieres recuperar algo de rendimiento, aquí tienes la primicia sobre cómo cerrar aplicaciones en segundo plano en Windows 10 (o, mejor dicho, también en Windows 11; es similar).

Cómo cerrar aplicaciones en segundo plano en Windows 10

Abra el Administrador de tareas: el centro de control para los procesos en ejecución

Primero, abre el Administrador de Tareas presionando Ctrl + Shift + Esc. Esta combinación es como tu arma secreta, ya que te da acceso instantáneo a todo lo que se ejecuta en el PC. En algunas configuraciones, puede que abra un pequeño menú rápido o el menú de acceso directo, pero normalmente abre el Administrador de Tareas completo. Una vez dentro, verás todos los procesos, aplicaciones y tareas en segundo plano funcionando en segundo plano.

Vaya a la pestaña Procesos: vea qué se está ejecutando realmente

Haz clic en la pestaña “Procesos” en la parte superior de la ventana. Es la vista predeterminada, pero si estás en otra ubicación, simplemente haz clic. Debajo, verás una lista de todas las aplicaciones y procesos, algunos con descripciones y estadísticas de uso de recursos. Es como echar un vistazo al compartimento del motor: observa qué está acelerando y qué está al ralentí.

Encuentre aquellas aplicaciones innecesarias que ocupan CPU, RAM o disco

Revisa la lista para ver si hay aplicaciones que no necesitas ejecutar ahora mismo. Quizás sea un lanzador de juegos, una app de chat o algún actualizador que esté guardando una copia de seguridad. Recuerda que Windows mantiene algunos procesos en ejecución para mayor estabilidad, así que evita cerrar procesos del sistema como explorer.exe o Wow64 a menos que estés seguro. En una configuración, cerrar aplicaciones innecesarias fue muy útil, pero en otra, algunos procesos volvieron a aparecer. A veces es necesario cerrar algunos y reiniciar por si acaso.

Finalizar las tareas: desconectar las aplicaciones no deseadas

Selecciona la aplicación o el proceso que quieres eliminar y haz clic en “Finalizar tarea” en la esquina inferior derecha. Esto es como forzar el cierre, así que no lo hagas con aplicaciones que estés usando activamente, ya que podrías perder trabajo. Es útil para evitar que consuman muchos recursos, pero ten cuidado, ya que a veces finalizar un proceso necesario puede causar problemas de estabilidad. La aplicación desaparecerá de la lista al instante, liberando CPU y RAM.

Cerrar el Administrador de tareas: trabajo terminado

Simplemente pulsa la X en la parte superior y volverás al escritorio. A veces, si un proceso vuelve a aparecer después de reiniciar, puede que tengas que investigar más a fondo, como desactivarlo desde el inicio o revisar la configuración del sistema.

Consejos para administrar aplicaciones en segundo plano en Windows 10

  • Acostúmbrate a revisar el Administrador de tareas de vez en cuando. Es sorprendente lo que se cuela.
  • Tenga cuidado al finalizar procesos que no conoce. Algunos son esenciales para Windows o los controladores de hardware.
  • También puedes modificar qué aplicaciones se inician automáticamente yendo a Configuración > Aplicaciones > Inicio.
  • El uso del modo de ahorro de batería puede detener muchas actividades en segundo plano si está usando una computadora portátil con poca batería.
  • Por último, mantenga su sistema actualizado a través de Windows Update: a veces, los errores de rendimiento se solucionan en parches más nuevos.

Preguntas frecuentes

¿Cerrar las aplicaciones en segundo plano puede acelerar mi PC?

La mayoría de las veces, sí. Menos aplicaciones ejecutándose en segundo plano significan CPU, memoria y acceso al disco libres para las tareas que estás realizando activamente. Eso puede hacer que todo funcione mejor.

¿Hay aplicaciones que nunca debería cerrar?

Por supuesto. No se deben modificar procesos como explorer.exe (el explorador de archivos), svchost.exe (servicios del host del sistema) ni controladores de hardware a menos que se esté seguro de lo que se está haciendo. Cerrarlos puede causar problemas de estabilidad o errores extraños.

¿Con qué frecuencia debo podar las aplicaciones en segundo plano?

No a diario, pero si notas que tu PC se ralentiza, una revisión rápida del Administrador de tareas te ayudará. El mantenimiento regular, como deshabilitar elementos de inicio innecesarios, también es recomendable.

¿Pueden ayudar aquí las herramientas de terceros?

Sí, hay aplicaciones que prometen optimizar los procesos en segundo plano, pero ten cuidado. Usa las de confianza; algunas pueden ser más perjudiciales que beneficiosas si son sospechosas o demasiado agresivas.

¿Cerrar aplicaciones eliminará mi trabajo?

Si estás trabajando activamente en una aplicación, sí, cerrarla normalmente cerrará todo lo que no esté guardado. Guarda con frecuencia, sobre todo antes de finalizar tareas; sin embargo, a veces conviene cerrar las aplicaciones en segundo plano para que el sistema funcione correctamente.

Resumen

  • Presione Ctrl + Shift + Escpara iniciar el Administrador de tareas.
  • Vaya a la pestaña Procesos.
  • Identifica las aplicaciones que no necesitas en este momento.
  • Seleccione y haga clic en Finalizar tarea.
  • Cierre el Administrador de tareas y disfrute de un sistema más ágil.

Resumen

Gestionar aplicaciones en segundo plano no es una solución mágica, pero sin duda es mejor que dejar que se acumulen procesos innecesarios. Es una especie de pequeño ritual para que todo funcione a la perfección, sobre todo si tu PC se siente saturado. A veces, permanece oculto en segundo plano, marcando la diferencia lo justo para notarlo tras una limpieza rápida. Eso sí, no cierres tareas críticas del sistema por ahí, y recuerda que, a veces, reiniciar ayuda a eliminar aplicaciones persistentes.

Con suerte, esto le ahorrará algunas horas de frustración a alguien. Porque, claro, Windows tiene que hacerlo más difícil de lo que debería, pero es un buen punto de partida.