Averiguar si un PC es compatible con Windows 11 no es tan complicado, pero puede ser un poco frustrante si no sabes por dónde empezar. Microsoft tiene una aplicación sofisticada, “Comprobación del estado del PC”, que lo simplifica bastante, pero en algunas configuraciones no es totalmente infalible. Créeme, he tenido casos en los que marcaba cosas de forma extraña o simplemente se negaba a dar un pase limpio sin muchos ajustes. El objetivo es obtener una respuesta clara de sí o no sobre tu hardware, además de ideas sobre qué falta o necesita una actualización. Una vez que conozcas los cuellos de botella exactos (como el TPM, la CPU o la RAM), puedes decidir si actualizar, omitir la actualización o probar otras herramientas.
Cómo comprobar si tu PC está preparada para Windows 11
Descargue la aplicación PC Health Check
Primero, visita la página oficial de Microsoft y descarga la aplicación PC Health Check. Sí, a veces presenta problemas, sobre todo en versiones antiguas, así que asegúrate de descargar la última versión. Una vez descargada, haz doble clic en el instalador (normalmente en la carpeta Descargas) y sigue las aburridas instrucciones en pantalla. Es bastante rápido. Esta aplicación es básicamente tu primera línea de defensa: te informa sobre el estado de tu hardware o qué falta para la llegada de Windows 11.
Ejecutar la prueba de compatibilidad
Una vez instalado, abre la Comprobación del estado del PC. Pulsa el botón grande que dice ” Comprobar ahora”. Se realizará un análisis rápido que revisa la CPU, el TPM, la RAM, el almacenamiento y el arranque seguro. Aquí es donde pueden ocurrir algunas cosas raras: en algunos equipos, se bloquea o da falsos negativos. Pero, por lo general, emitirá un veredicto rápido: “Tu PC puede ejecutar Windows 11” o “No, necesita mejoras”.
Revisar el informe detallado
Cuidado, no lo ignores. Haz clic en el enlace detallado o busca información específica: ¿qué falta? Normalmente, indica TPM 2.0, el modelo de tu CPU o RAM insuficiente. A veces, TPM 2.0 está desactivado en la BIOS, aunque tu hardware lo tenga. Por lo tanto, si no lo encuentras, vale la pena revisar la configuración de la BIOS. Normalmente, encontrarás la configuración de TPM en el menú Seguridad o Computación de confianza, según tu placa base o la interfaz OEM.
Arreglar o actualizar según los resultados
Si el mensaje indica que TPM 2.0 está deshabilitado y tu hardware lo admite, reiniciarlo y habilitarlo en la BIOS puede solucionarlo. Por ejemplo, en algunas configuraciones, simplemente reinicia, accede a la BIOS (normalmente mediante push Deleteo F2durante el inicio), busca opciones como TPM o PTT y actívalas. No es necesario revisar todo el sistema. Si la CPU es demasiado antigua o la RAM tiene menos de 4 GB, es necesario actualizar el hardware. A veces, una actualización de la BIOS también puede ayudar con la compatibilidad con CPU más nuevas, ya que, por supuesto, Windows tiene que complicar las cosas más de lo necesario.
Volver a ejecutar la prueba después de realizar cambios
Después de actualizar la BIOS, habilitar el TPM o agregar RAM, vuelve a ejecutar la comprobación. Es un poco raro, pero a veces es necesario reiniciar dos veces o esperar unos minutos para que el sistema finalmente registre los cambios. No olvides guardar los cambios de la BIOS antes de salir. Una vez que todas las comprobaciones pasen, deberías obtener una luz verde, lo que significa que puedes continuar cuando te sientas con ánimos.
Consejos para una comprobación de compatibilidad más precisa
- Actualiza tu BIOS a la última versión. Los fabricantes suelen publicar actualizaciones para mejorar la compatibilidad del hardware, especialmente con funciones más recientes como TPM.
- Asegúrese de que los controladores del dispositivo estén actualizados: los controladores obsoletos pueden afectar las funciones de seguridad que verifica Windows.
- Considere probar otras herramientas como WhyNotWin11 si el Control de estado de la PC sigue arrojándole falsos negativos o simplemente actúa de manera extraña.
- Verifique nuevamente la compatibilidad con TPM 2.0 en el BIOS, incluso si su PC es algo antigua: a veces está desactivado de manera predeterminada.
- Haz una copia de seguridad de todos tus datos importantes antes de realizar cambios de hardware. Más vale prevenir que curar, sobre todo si estás actualizando la BIOS o el hardware.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si mi PC no es compatible? ¿Necesito una nueva?
No necesariamente. A veces, solo es cuestión de habilitar TPM o actualizar la BIOS. Pero si tu CPU es demasiado antigua, entonces sí, podrías necesitar actualizaciones de hardware o una PC nueva.
¿Puedo simplemente instalar Windows 11 sin verificar?
Técnicamente sí, pero es arriesgado. Si tu PC no es compatible, podrías tener problemas o que no funcione correctamente. Es mejor comprobarlo primero, a menos que estés preparado para posibles problemas.
¿Por qué es tan importante TPM 2.0?
Es una función de seguridad que Windows 11 insiste en incluir: básicamente, un escáner de huellas dactilares basado en hardware para tu PC. Sin él, Windows no se instalará ni funcionará correctamente.
¿Existen otras herramientas además de PC Health Check?
Sí, como WhyNotWin11 o incluso algunas comprobaciones de línea de comandos. Pero, sinceramente, para la mayoría de la gente, la aplicación GUI es suficiente, si funciona correctamente.
¿Vale la pena actualizar el hardware para Windows 11?
Depende. Si las últimas funciones, la seguridad y las futuras actualizaciones son importantes, entonces sí. Pero si tu PC es muy antiguo, piensa si una actualización es rentable. A veces, una máquina nueva es más fácil que solucionar problemas de hardware antiguos.
Resumen
- Descargue la aplicación PC Health Check del sitio de Microsoft.
- Ejecute la aplicación y haga clic en Comprobar ahora.
- Vea los resultados detallados de TPM, CPU, RAM y almacenamiento.
- Solucione problemas: active TPM en el BIOS, actualice el BIOS o actualice el hardware.
- Vuelva a ejecutar la prueba para confirmar que todo está bien.
Resumen
Sinceramente, comprobar la compatibilidad de Windows 11 no es tan difícil una vez que te familiarizas con la BIOS y las comprobaciones de hardware. Puede ser un poco complicado si tu hardware está al límite o si la configuración de la BIOS está oculta, pero la mayoría de los problemas se pueden solucionar. Lo principal es ver qué te frena y luego decidir si merece la pena actualizar o si prefieres esperar. Con suerte, esto le ahorrará algunas horas o dolores de cabeza a alguien. Mucha suerte y espero que tu sistema supere la prueba cuando lo intentes de nuevo.