Configurar el control parental en Windows 11 ya no es tan sencillo como antes, sobre todo con la cantidad de opciones que hay repartidas por los menús. Pero una vez que le coges el truco, es una buena manera de estar al tanto de lo que hace tu hijo sin tener que estar pendiente constantemente. Si su PC bloquea de repente una página web o limita su tiempo de juego, probablemente se deba a que el control parental está funcionando correctamente. A veces, estos controles son un poco raros, y en algunas configuraciones, los datos no se guardan correctamente hasta que reinicias o modificas algunas opciones ocultas. Aquí tienes un resumen de cómo conseguir que funcione sin problemas, con algunos consejos prácticos. Básicamente, la idea principal es: crea una cuenta Microsoft independiente para tu hijo, añádela a tu grupo Familia y, a continuación, modifica la configuración de acceso web, restricciones de aplicaciones y tiempo de pantalla. En teoría, es fácil, pero la tecnología puede ser impredecible. El objetivo es asegurarnos de que tu hijo no pueda acceder a cosas que no debería, y que a la vez puedas manejarlo de forma remota, sin necesidad de estar conectado todo el tiempo. Y sí, a veces es un poco complicado encontrar todas las opciones, porque Windows suele ocultarlas en menús oscuros. En fin, veamos cómo hacer que funcione sin perder la cabeza.
Cómo configurar el control parental en Windows 11
Crear una cuenta de Microsoft para su hijo: el primer paso para controlar
Visita el sitio web de Microsoft Family y crea una cuenta nueva para tu hijo si aún no la tiene. Esto es fundamental, ya que todos los controles están vinculados a esta cuenta: sin cuenta, no hay reglas. En algunas configuraciones, podrías tener problemas si la cuenta no está completamente configurada o verificada, así que asegúrate de hacerlo primero. El proceso implica registrarse con un correo electrónico y configurar información básica. Probablemente tengas que verificar su correo electrónico, lo cual puede ser un fastidio si usas uno desactualizado, así que comprueba que esté actualizado. Una vez hecho esto, agregarlo al grupo familiar simplemente consiste en enviar una invitación y esperar la aceptación. Es fácil, pero no siempre rápido; a veces falla sin dar aviso, así que actualiza la página e inténtalo de nuevo si no ocurre nada.
Cómo agregar a su hijo a su familia de Microsoft: acceso al Centro de control
En el Panel de control familiar, inicia sesión con tu cuenta Microsoft, haz clic en “Agregar un miembro de la familia”; selecciona “Hijo” e introduce los datos de su nueva cuenta. Es un poco complicado si lo haces en un dispositivo distinto a tu PC principal. Recibirás al menos un correo electrónico con una invitación que tu hijo deberá aceptar. Una vez que la acepte, su cuenta aparecerá en tu lista familiar y podrás activar y desactivar los controles, como si fuera un panel remoto para su mundo digital. Ten en cuenta que, a veces, estas invitaciones se pierden en la carpeta de correo no deseado, así que conviene revisarlas bien.
Configurar el tiempo de pantalla: establecer límites
En esta parte, los controles superficiales suelen ser suficientes, pero pueden resultar engorrosos. Desde el panel de control familiar, ve a “Tiempo de pantalla” para tu hijo. Puedes establecer límites diarios, como 2 horas entre semana y más los fines de semana. También puedes especificar “horas sin conexión” para que el PC no permita el uso, incluso si intentan anularlo. El razonamiento es simple: evitar que un niño se quede despierto hasta tarde jugando o viendo YouTube. Ten en cuenta que, a veces, estos límites no se aplican de inmediato; en mi experiencia, un reinicio rápido o cerrar sesión y volver a iniciarla puede ayudar a aplicar las reglas de forma más fiable. Windows puede ser terco si cambias la configuración sobre la marcha, así que no te sorprendas si los cambios no se aplican a la primera o si requieren un reinicio para que se apliquen correctamente.
Habilitar filtros de contenido: bloquear el contenido inapropiado
Ve a la sección “Restricciones de contenido” en el panel de control familiar. Aquí decides a qué sitios web, aplicaciones y juegos puede acceder tu hijo. Puedes añadir URL manualmente a una lista de bloqueo, lo cual es muy útil porque te permite ser específico, como bloquear sitios pornográficos o ciertas plataformas de redes sociales. También puedes activar filtros según la edad que bloquean automáticamente el contenido para adultos. Ten en cuenta que algunos niños son muy hábiles para burlar los filtros, así que no es infalible. Además, comprueba que el navegador web que usa tu hijo esté realmente protegido (Edge, Chrome, etc.), ya que algunos navegadores tienen su propia configuración. En algunos casos, también podrías tener que activar “Bloquear sitios web inapropiados” en la configuración del navegador. Vale la pena investigar si los bloqueos no se realizan correctamente.
Revisar y ajustar los informes de actividad: estar atento
Asegúrate de que los informes de actividad estén activados: muestran lo que tu hijo ha estado haciendo en línea. Puedes encontrarlos en el panel de control familiar. No son en tiempo real, pero ofrecen una idea bastante clara de su actividad. A veces, los informes se retrasan o no son muy detallados, sobre todo si la cuenta no está configurada correctamente o si la configuración de privacidad interfiere. Es posible que tengas que probar y equivocarte, pero sin duda es mejor que no saber qué está pasando. En mi configuración, estos informes solo empezaron a mostrar más información después de cambiar del seguimiento de actividad básico al detallado, que es otra configuración oculta en el menú familiar.
Y sí, después de todo esto, las restricciones del dispositivo de tu hijo deberían seguir vigentes, o al menos ser más manejables. Pero Windows no es perfecto: a veces las restricciones se restablecen tras actualizaciones o pequeños fallos. En algunos equipos, basta con reiniciar o reaplicar ciertas configuraciones. Vigila los controles y no te sorprendas si necesitas ajustarlos de vez en cuando a medida que tu hijo crece o cambian sus hábitos de navegación.