Controlar lo que se ejecuta en Windows 10 no siempre es sencillo, sobre todo cuando el PC se ralentiza o algunas aplicaciones no se cierran correctamente. El Administrador de Tareas es la herramienta ideal para esto. Es un poco extraño lo sencillo que es, pero a menudo se pasa por alto: muestra todas las aplicaciones activas, los procesos en segundo plano y los detalles del sistema en un solo lugar. Consejo rápido: al pulsar “Mostrar”, Ctrl + Shift + Escse abrirá automáticamente sin tener que buscar en los menús. En algunas configuraciones, tarda un segundo en cargar o puede que tengas que hacer clic en “Más detalles” en la parte inferior, sobre todo si oculta información. Definitivamente, revisa primero la pestaña Procesos, ya que muestra exactamente qué aplicaciones o tareas en segundo plano consumen recursos. Si una aplicación se bloquea o consume demasiado CPU o RAM, puedes seleccionarla y hacer clic en ” Finalizar tarea”. No siempre es ideal, pero a veces es la única manera de forzar el cierre de una aplicación bloqueada, sobre todo si se bloquea o causa una ralentización. Si quieres más información, haz clic en ” Más detalles” para obtener un desglose completo. En una máquina, esto a veces hace que el Administrador de tareas sea lento al principio, pero una vez abierto, obtienes mucha más información, como CPU, GPU y uso de disco por proceso. Además, puedes ordenar los procesos por consumo de recursos; solo haz clic en las columnas como CPU o Memoria. Ah, y si te preguntas si un proceso es legítimo o solo algún bloatware aleatorio, haz clic derecho y elige Propiedades o búscalo en línea. El hecho de que algo se esté ejecutando no significa que sea seguro terminarlo, especialmente con los procesos del sistema de Windows. Es mejor investigar un poco antes de terminar algo desconocido. Si te gustan los atajos, anclar el Administrador de tareas a tu barra de tareas te facilita la vida. De esa manera, está a solo un clic de distancia cuando quieras ver qué está molestando a tu sistema. Y para una monitorización frecuente, tal vez agrega columnas que muestren datos de red o E/S, lo que puede ayudar a diagnosticar si algún proceso está acaparando ancho de banda o recursos de disco. Básicamente, si tu PC funciona de forma extraña (lenta, no responde o las aplicaciones se bloquean), vale la pena abrir el Administrador de tareas y echarle un vistazo. A veces, una tarea final rápida soluciona el problema y le da un respiro al sistema. Recuerda que no todos los procesos en segundo plano son malos, así que no cierres todo sin pensarlo dos veces, sobre todo si no sabes qué hace. Si eso no soluciona el problema, prueba algunos trucos como ejecutar un análisis de virus o revisar las aplicaciones de inicio a través del Administrador de tareas > pestaña Inicio para desactivar los programas de inicio automático innecesarios. Otra cosa que puedes probar…a veces, simplemente reiniciar después de cerrar un montón de aplicaciones marca la diferencia. Windows es así de raro: las cosas se almacenan en caché o se atascan en la memoria, y un reinicio lo borra. En fin, gestionar aplicaciones no es tan complicado, pero es un buen hábito que debes desarrollar si quieres un sistema más ágil y fiable.¡Feliz monitorización!
Resumen
- Abrir el Administrador de tareas ( Ctrl + Shift + Esc)
- Vaya a la pestaña Procesos
- Detecta qué aplicaciones o procesos están acaparando recursos
- Seleccione las aplicaciones problemáticas y haga clic en Finalizar tarea
- Explore más detalles en la vista “Más detalles” si es necesario
Resumen
Sinceramente, revisar y administrar tus aplicaciones en ejecución con el Administrador de Tareas puede ahorrarte muchos dolores de cabeza. Es como echar un vistazo rápido a todo. A veces, cerrar una aplicación o un proceso en segundo plano que consume muchos recursos es suficiente, y otras veces, es una señal de que tu sistema necesita una limpieza o actualizaciones. Presta atención a las cifras de CPU y memoria: te dirán qué está pasando realmente. Recuerda que Windows a veces lo hace más difícil de lo que debería, pero con un poco de paciencia, es bastante sencillo. Cruzamos los dedos para que esto ayude a evitar problemas de rendimiento y mantenga tu PC funcionando a la perfección.