Cómo identificar tu tarjeta gráfica en Windows 10: una guía completa

Averiguar qué tarjeta gráfica tiene tu equipo con Windows 10 no siempre es tan sencillo, sobre todo si estás solucionando problemas o intentando actualizar controladores. A veces, tu PC puede funcionar de forma extraña, los juegos no funcionan correctamente o simplemente quieres confirmar si tu GPU es la que crees. Por suerte, Windows lo hace bastante fácil, una vez que sabes dónde buscar. Pero ten cuidado, a veces el Administrador de dispositivos puede ser un poco raro y los controladores podrían no mostrarse correctamente, así que si no lo tienes claro al principio, no te rindas todavía. Aquí tienes una guía que te ha ayudado a tener una idea clara en varias ocasiones: algunos pasos son básicos, otros pueden revelar problemas ocultos. La idea es abrir el Administrador de dispositivos, ir a la sección “Adaptadores de pantalla” y ver qué aparece allí. Desde información del controlador hasta detalles del fabricante, este vistazo rápido es de gran ayuda, sobre todo si es hora de actualizar o solucionar problemas. Recuerda: si tu tarjeta gráfica no aparece o hay iconos de advertencia, suele estar relacionada con el controlador o es necesario revisar el hardware. Mantén esto como una referencia útil siempre que necesites obtener información detallada sobre tu GPU sin complicarte demasiado.

Cómo comprobar la tarjeta gráfica en Windows 10

Abra el Administrador de dispositivos y busque su tarjeta gráfica

Primero, la forma más fácil de acceder a la información es hacer clic derecho en el botón Inicio y seleccionar “Administrador de dispositivos”. También puedes presionarlo Windows + Xy seleccionarlo desde ahí, o simplemente buscar “Administrador de dispositivos” en la barra de búsqueda del menú Inicio (ya que Windows suele ocultar información).Una vez abierto, desplázate hacia abajo hasta que veas “Adaptadores de pantalla”. Ahí es donde Windows guarda la información sobre tu GPU, ya sea una tarjeta gráfica integrada Intel o una tarjeta AMD o NVIDIA de alta gama. Expande esa sección haciendo clic en la flecha; deberías ver el nombre del dispositivo. Si ves varias entradas, podría significar que tienes varias GPU o tarjetas integradas y dedicadas, así que asegúrate de cuál te interesa.

Haga clic derecho y verifique las propiedades para obtener más detalles

Una vez que encuentres tu tarjeta gráfica, haz clic derecho sobre ella y selecciona “Propiedades”. Esto abrirá una ventana con varias pestañas e información, similar a un perfil de hardware para esa GPU. La pestaña “General” probablemente te indicará si el dispositivo funciona correctamente o si hay algún problema; si aparece un triángulo amarillo o un código de error, es señal de que necesitas actualizar los controladores o solucionar problemas de hardware. La pestaña “Controlador” es dorada: verás la versión actual del controlador, cuándo se instaló y opciones para actualizarlo o revertirlo si la configuración falla.

Verifique el estado del controlador y actualícelo si es necesario

En la pestaña “Controlador”, busca el “Estado del controlador”. Si indica “Este dispositivo funciona correctamente”, probablemente no tengas problemas, al menos por ahora. Si no es así, o si la versión del controlador parece antigua, quizás quieras actualizarlo. Haz clic en “Actualizar controlador” y luego selecciona “Buscar automáticamente software de controlador actualizado”. Windows buscará la última versión; ¡a veces funciona mejor de lo esperado! Si no funciona, o si quieres una instalación nueva, visita el sitio web del fabricante de tu GPU (como NVIDIA o AMD) y descarga manualmente el controlador más reciente. A veces, las actualizaciones automáticas de Windows pueden causar problemas, y actualizar manualmente puede solucionar problemas de pantalla inusuales o mejorar el rendimiento.

Algunas configuraciones también se benefician de herramientas específicas del fabricante, como NVIDIA GeForce Experience o AMD Radeon Software. Estas aplicaciones pueden ofrecerte alertas de controladores, optimizaciones de juegos y monitorización del rendimiento. Pero, sinceramente, para la mayoría de los usuarios, basta con consultar el Administrador de Dispositivos.

Consejos adicionales y solución de problemas

Si la tarjeta gráfica no aparece o parece que no hay nada instalado, podrías revisar si hay problemas con los controladores o fallas de hardware. Si es posible, intenta actualizar el controlador en modo seguro o busca cambios de hardware mediante Acción > Buscar cambios de hardware en el Administrador de dispositivos. En algunas configuraciones desafortunadas, Windows podría tener problemas para reconocer el nuevo hardware hasta que se reinstale el controlador o se vuelva a colocar la tarjeta. Si las actualizaciones de controladores no funcionan, podrías considerar usar herramientas como NVIDIA GeForce Experience o AMD Driver Support para una comprobación e instalación más exhaustivas.

Y, por supuesto, si tu tarjeta gráfica desaparece por completo del Administrador de Dispositivos, podría ser un problema de hardware. En ese caso, revisa tu PC o portátil para asegurarte de que la tarjeta esté correctamente instalada o, si es posible, pruébala en otro sistema.

Todo este proceso es rápido, pero puede ahorrarte muchos dolores de cabeza más adelante. Lo más importante es recordar que la información de tu tarjeta gráfica se encuentra en el Administrador de dispositivos, y actualizar los controladores puede solucionar los problemas más comunes. Porque, claro, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario.