Si tu PC o portátil no enciende, especialmente después de una actualización de Windows 11 (como el reciente parche 24H2), es una frustración total. Parece que todo está muerto y que todos esos archivos y trabajos importantes penden de un hilo. Normalmente, la gente informa que la luz de encendido está encendida, pero no hay pantalla, o simplemente no responde al presionar el botón de encendido. Este tipo de problema puede deberse a cualquier cosa, desde una actualización del sistema dañada hasta fallos de hardware.¿La buena noticia? Hay algunas cosas bastante sencillas que puedes probar antes de llevarlo a un profesional. No todo está roto; a veces, solo es cuestión de reiniciar o revisar la alimentación. Así que, aquí tienes un resumen con algunos detalles adicionales que podrían ayudarte a solucionar el problema y a que todo vuelva a funcionar.
Cómo reparar una computadora portátil o PC que no enciende después de actualizar Windows 11
Compruebe la fuente de alimentación y las conexiones
Esto puede parecer simple, pero a menudo se pasa por alto. Porque, claro, Windows lo complica más de lo necesario. Primero, inspecciona el cargador y la toma de corriente. Busca cables desgastados o conexiones sueltas. Intenta desenchufar todo y volver a conectarlo. En algunas máquinas, esto solo solucionó el problema. Si usas una computadora de escritorio, desenchúfala de la regleta y conéctala directamente a una toma de corriente; no des por sentado que la regleta funciona. Si sospechas que el problema es la corriente, prueba con otra toma o con otro cargador si puedes pedir prestado uno. Además, si tu portátil tiene batería extraíble, sácala, limpia los contactos con un paño seco y vuelve a insertarla. Todo este proceso es básicamente un reinicio de energía; a veces, soluciona pequeños fallos que impiden el arranque.
En algunas configuraciones, mantener presionado el botón de encendido mientras se desconecta y se vuelve a conectar la alimentación puede restablecer el estado del hardware interno. También puede probar el tomacorriente conectando una lámpara o un cargador de teléfono para asegurarse de que tenga corriente.
Realizar un reinicio de energía (reinicio completo)
Este paso es un poco aburrido, pero sorprendentemente efectivo. Los reinicios borran la memoria temporal y solucionan fallos persistentes. Desconecta el cargador, retira la batería si es posible y mantén presionado el botón de encendido durante unos 30 segundos. Esto descargará la energía restante. Después, vuelve a conectar todo (primero el cargador, luego la pantalla de arranque) e intenta encenderlo. A veces, esto solo soluciona los problemas de arranque, especialmente después de actualizaciones interrumpidas o parcialmente aplicadas.
- Desconecte el cargador y retire la batería (si es extraíble).
- Mantenga el botón de encendido durante 30 segundos para descargar la carga residual.
- Vuelva a conectar el cargador (deje la batería afuera por ahora, si puede).
- Intenta encenderlo. Espero que funcione después de reiniciarlo.
De nuevo, en algunas máquinas es tan sencillo como este pequeño truco, y en otras, no tanto.
Desconectar dispositivos externos
Si su portátil tiene dispositivos externos, como impresoras, discos duros externos o adaptadores Bluetooth, desconéctelos todos. A veces, un dispositivo entra en conflicto con el proceso de arranque de Windows o consume suficiente energía como para impedir el inicio. Apague el equipo por completo, desconecte todos los periféricos y vuelva a encenderlo. Esto es especialmente importante si su actualización de hardware anterior implicó instalar una nueva RAM o un disco duro; los periféricos defectuosos pueden provocar bucles de arranque o apagones totales.
- Apague la computadora portátil; desconecte todos los dispositivos externos.
- Si usa una computadora de escritorio, desconecte todo e intente un inicio limpio.
- Presione el botón de encendido y vea si se enciende ahora.
Pruebe sus componentes de hardware
El hardware podría ser el culpable: RAM defectuosa, fuente de alimentación defectuosa o discos duros dañados. En una Dell, HP, Lenovo o similar, la mayoría de las marcas incluyen diagnósticos integrados. Por ejemplo, las laptops Dell permiten acceder a los diagnósticos presionando Escinmediatamente después de encenderlas y luego F2. Otras marcas pueden tener opciones similares en la BIOS o mediante teclas especiales durante el arranque. Además, al probar con una batería o un adaptador de corriente diferente, verifique si hay señales como clics de un disco duro defectuoso o falta de respuesta.
Si acaba de instalar RAM nueva o cambiar un disco duro, verifique que estén bien instalados. A veces, el hardware no está bien conectado, lo que puede impedir el arranque. Quitar el nuevo hardware temporalmente puede ayudar a determinar si esa es la causa.
Comprobar la configuración del BIOS/UEFI
Si el hardware parece correcto, pero sigues atascado, accede a la configuración del firmware BIOS/UEFI. Al iniciar, pulsa la tecla indicada (como F2, Delo F12), según la marca. Una vez dentro, verifica el orden de arranque: primero la unidad principal. Comprueba también si se reconoce la unidad; si no, es señal clara de que algo falla. Restablecer la BIOS a la configuración predeterminada a veces puede solucionar problemas de arranque causados por ajustes incorrectos durante las actualizaciones.
Dado que las actualizaciones de Windows a veces pueden cambiar o dañar las configuraciones del BIOS/UEFI, vale la pena volver a revisar estas opciones.
Intente iniciar en modo seguro
Este es un clásico: si la laptop enciende, pero no muestra nada o se queda en negro, el Modo Seguro puede ayudarte. Carga solo los controladores mínimos, evitando posibles conflictos de software. Para entrar, enciende la laptop y pulsa inmediatamente Shift + F8varias veces (o solo F8 en algunos modelos).Las configuraciones más recientes de Windows 11 podrían requerir que fuerces Windows a entrar en modo de recuperación, interrumpiendo la alimentación tres veces durante el inicio ( apagar, encender, volver a apagar ), lo que activa la reparación automática. Una vez en modo de recuperación, selecciona Opciones avanzadas > Configuración de inicio > Reiniciar y, a continuación, Modo Seguro.
Si el Modo Seguro permite que Windows se cargue, es probable que se deba a conflictos de controladores o actualizaciones recientes que estén causando problemas. Actualizar los controladores de la tarjeta gráfica o del chipset suele ser útil. A veces, desinstalar actualizaciones recientes desde el Modo Seguro soluciona el problema.
Utilice herramientas de reparación o restablezca Windows
Si nada funciona, quizás necesites reparar Windows o restablecerlo. Usa un medio de instalación (como una unidad USB con el instalador de Windows) para iniciar desde allí y selecciona Reparar el equipo en la pantalla de configuración inicial. Ve a Solucionar problemas > Opciones avanzadas > Reparación de inicio. Si esto no soluciona el problema, quizás necesites una nueva instalación, pero si eliges Restablecer este equipo con la opción de conservar archivos, puedes solucionar problemas graves sin borrar todo.
Nota: Esto presupone que el equipo puede acceder a la BIOS o arrancar desde USB. De lo contrario, podría tener que abrir el equipo y comprobar si hay fallos de hardware o consultar a un técnico. Además, si la pantalla permanece negra a pesar de oír el ventilador o ver las luces indicadoras, es posible que la pantalla esté inactiva y deba reemplazarse.
This YouTube video shows how to run basic diagnostics and hardware tests, which can be helpful.
Sugerencias finales
Tenga en cuenta que los problemas de Windows o de hardware suelen aparecer tras actualizaciones importantes. Asegúrese de que el firmware de su BIOS/UEFI esté actualizado (consulte el sitio web del fabricante) y mantenga sus controladores actualizados, especialmente los controladores de la tarjeta gráfica y el chipset. Actualizar Windows regularmente ayuda a evitar estos problemas. Y no olvide que limpiar el polvo de las rejillas de ventilación y los ventiladores ayuda a mantener los componentes refrigerados y evita apagados térmicos que pueden parecer fallos de arranque.
En caso de duda, reemplazar baterías gastadas, adaptadores de corriente dañados o módulos de RAM defectuosos puede ser una solución milagrosa. A veces es un cambio sencillo, y otras veces, no merece la pena la molestia sin las herramientas o el diagnóstico adecuados. Si todo lo demás falla, una reparación profesional podría ser la solución.