Si tu ordenador con Windows 11 empieza a comportarse de forma extraña de repente (como si se bloqueara de forma aleatoria, las aplicaciones no se abrieran o la configuración cambiara misteriosamente), restaurar el sistema podría ser tu mejor opción. Es como un botón de rebobinado para tu PC, que revierte los archivos y configuraciones del sistema a una época en la que todo era menos caótico. Y, sinceramente, es bastante sencillo una vez que le coges el truco. Pero ojo: no afecta a tus archivos personales, como documentos o fotos, así que no te preocupes por perderlos, pero aun así es recomendable hacer una copia de seguridad, por si acaso.
Normalmente, Windows crea puntos de restauración automáticos con bastante facilidad, especialmente antes de grandes actualizaciones o software nuevo. Pero a veces, esos puntos de restauración pueden estar dañados o faltar, así que crear uno manualmente con antelación puede ahorrarte dolores de cabeza en el futuro. Como mínimo, vale la pena saber cómo restaurar manualmente si algo sale mal, porque, claro, Windows tiene que complicarlo un poco más de lo necesario.
Paso a paso: Cómo restaurar el sistema en Windows 11
Este proceso es prácticamente seguro que será útil si tu sistema se estropea tras instalar un nuevo controlador, una actualización de Windows o simplemente por fallos aleatorios que no se solucionan con un simple reinicio. Cuando funciona, tu PC se reiniciará y volverá a un estado estable. Ten en cuenta que puede haber tiempo de inactividad, así que guarda cualquier trabajo antes.
Abra el menú Inicio
- Haz clic en el icono de Windows en la barra de tareas o presiona Windows keyen el teclado. Esta es la puerta de entrada a todo, incluidas las opciones de restauración del sistema.
 
Buscar ‘Crear un punto de restauración’
- Escribe “Crear un punto de restauración” en la barra de búsqueda. A veces, esto se llama “Protección del sistema”, según tu versión de Windows. Haz clic en el resultado que coincida, que te llevará directamente a la ventana Propiedades del sistema, en la pestaña Protección del sistema.
 
Haga clic en ‘Restaurar sistema’
- En esa misma pestaña, pulsa el botón Restaurar sistema. Se abrirá un asistente, un poco clásico, pero te guiará. Es posible que necesites permisos de administrador, así que tenlo en cuenta.
 
Seleccionar un punto de restauración
- Verás una lista de puntos de restauración, a menudo con marcas de tiempo y descripciones. Elige uno anterior a la aparición de los problemas extraños. Si no ves suficientes opciones, podría deberse a que la protección del sistema no está activada o a que se eliminaron los puntos de restauración. En ese caso, considera activar la protección o usar puntos de restauración automáticos.
 
Confirmar e iniciar la restauración
- Haz clic en Siguiente en el punto de restauración elegido y luego en Finalizar. Windows te avisará de que, una vez restaurado, no podrás deshacerlo hasta que el proceso finalice. No hay problema, solo asegúrate de guardar todo lo importante de antemano.
 
Tras hacer clic en “Finalizar”, tu PC se reiniciará y comenzará el proceso. Ten en cuenta que puede tardar un poco, dependiendo del sistema. En algunas configuraciones, el primer intento puede fallar o bloquearse; si esto ocurre, prueba con otro punto de restauración o inicia en modo seguro y repite el proceso.
Consejos para que la restauración del sistema sea menos frustrante
- Acostúmbrate a crear puntos de restauración antes de instalar actualizaciones importantes o descargar software sospechoso. Más vale prevenir que curar.
 - Verifique nuevamente que la Protección del sistema esté habilitada en su unidad principal (generalmente C:) o la restauración no funcionará.
 - Si algo sale mal, no dudes en probar un punto de restauración más antiguo, especialmente si el más reciente falla.
 - Recuerda: Restaurar sistema no recupera archivos personales. Usa una solución de respaldo para ello (como OneDrive o unidades externas).
 - ¿Intentas solucionar fallos de software raros? Los puntos de restauración suelen ser la primera opción.¿Problemas de hardware? No tanto.
 
Preguntas frecuentes
¿Qué es un punto de restauración del sistema?
Es una instantánea de los archivos y configuraciones esenciales de su sistema en un momento específico, algo así como marcar como favorito el estado de su sistema.
¿Restaurar sistema afecta mis archivos personales?
En realidad no. Tus documentos, fotos y descargas permanecen intactos. Se centra en los archivos y configuraciones del sistema.
¿Qué pasa si Restaurar sistema sigue fallando?
Intenta elegir un punto de restauración diferente, quizás uno de otra fecha. También puedes iniciar en modo seguro e intentar la restauración. A veces, Windows simplemente no coopera cuando está ocupado o dañado.
¿Debo crear puntos de restauración periódicamente?
Si eres precavido, adelante. Antes de grandes actualizaciones, software nuevo o aproximadamente una vez al mes si experimentas mucho. Más puntos de restauración, menos dolores de cabeza después.
¿Puedo revertir una restauración si no soluciona nada?
Sí. Windows generalmente mantiene un registro de las restauraciones recientes y puede deshacerlas si es necesario, pero es mejor ser cauteloso y volver a verificar los puntos de restauración.
Resumen
- Abra el menú Inicio y busque “Crear un punto de restauración”.
 - Vaya a la pestaña Protección del sistema y luego haga clic en Restaurar sistema.
 - Seleccione un punto de restauración apropiado y siga las instrucciones.
 - Reinicie y espere que su PC se comporte mejor después.
 
Resumen
Sinceramente, la restauración del sistema es una de esas funciones que parecen un poco ocultas, pero ha sido una gran ayuda en más de una ocasión. No garantiza que solucione todos los problemas, pero te ayuda a salir de apuros. Recuerda que no es una copia de seguridad de tus datos personales; para eso, usa copias de seguridad regulares. Aun así, saber cómo restaurar el sistema rápidamente puede ahorrarte mucha frustración, sobre todo cuando las actualizaciones de Windows o la instalación de software fallan.
Con suerte, esto le ahorrará algunas horas a alguien. No es perfecto, pero es mejor que reconstruir el sistema desde cero cada vez, al menos la mayor parte del tiempo.