Degradar los controladores de Nvidia en Windows 10 puede parecer complicado, pero a veces es la mejor manera de solucionar esos molestos problemas de rendimiento o errores de compatibilidad tras una actualización reciente. El proceso implica eliminar el controlador actual, instalar una versión anterior e instalarla en su lugar. Son pocos pasos, pero pueden ayudar a estabilizar la configuración o incluso a mejorar la velocidad de fotogramas si el controlador más nuevo causaba problemas. La verdad es que es un poco raro, pero en algunas configuraciones funciona de maravilla; en otras, es más bien impredecible, así que prepárate para solucionar problemas cuando sea necesario.
Al final, probablemente disfrutarás de una experiencia gráfica más estable, especialmente si la última actualización de controladores de Nvidia ha dañado algún componente de tu hardware. Para hacerlo sin problemas, se requieren algunos aspectos técnicos, como acceder al Administrador de dispositivos, descargar desde el sitio web oficial de Nvidia y asegurarte de volver a una versión que no cause nuevos problemas. Ten en cuenta que Windows suele instalar los controladores más recientes por sí solo, así que podrías tener que bloquear las actualizaciones o realizar algunos pasos adicionales si quieres usar una compilación anterior.
Cómo degradar los controladores de Nvidia en Windows 10
Desinstalar el controlador actual
Este es el punto de partida. Dirígete al Administrador de dispositivos ( Win + Xselecciónalo), expande la sección Adaptadores de pantalla, haz clic derecho en tu tarjeta gráfica Nvidia y selecciona “Desinstalar dispositivo”.Asegúrate de marcar la casilla “Eliminar el software del controlador de este dispositivo”, si está disponible. El objetivo es eliminar por completo el controlador actual para que la versión anterior pueda funcionar correctamente.
A veces, Windows puede reinstalar controladores genéricos automáticamente después de reiniciar, así que tenlo en cuenta. Si la situación se complica, considera deshabilitar temporalmente las actualizaciones de controladores mediante la directiva de grupo o la herramienta de bloqueo de controladores de Nvidia. De esta forma, Windows no causará problemas posteriormente.
Descargar una versión anterior del controlador
Ahora, ve a la página de descarga de controladores de Nvidia. Busca el modelo de tu tarjeta gráfica, selecciona la versión del controlador que sepas que funciona correctamente (o del archivo de Nvidia) y descarga el archivo de instalación. Consejo: consulta las notas de la versión para saber qué errores se han corregido y qué problemas persisten.
Tener un controlador antiguo específico a mano significa que no tienes que preocuparte por descargar la versión incorrecta más adelante, y en una configuración puede funcionar perfectamente, pero en otra…no tanto. Guarda una copia a mano por si necesitas volver a la versión anterior.
Instalar el controlador anterior
Ejecuta el instalador y sigue las instrucciones. A veces, te preguntará si deseas realizar una instalación limpia; selecciónala si está disponible. Esto garantiza que los archivos y la configuración antiguos se eliminen correctamente, evitando conflictos en el futuro. Es como darle a tu sistema un nuevo comienzo desde la perspectiva de los controladores.
No sé por qué funciona, pero una instalación limpia suele mejorar el rendimiento del controlador anterior, sobre todo si había residuos de controladores anteriores que causaban problemas. En algunos casos, puede que tengas que desactivar internet temporalmente para que Windows no reinstale automáticamente el controlador más reciente desde Windows Update.
Reinicie su PC para confirmar los cambios
Este paso es imprescindible. Tras la instalación, reinicie el sistema. Es como si el controlador se conectara con el sistema operativo; lo ideal es dejar que todo se instale correctamente. En algunas configuraciones, el controlador puede cargarse inmediatamente, pero reiniciarlo garantiza que esté completamente controlado y activo.
Verificar la versión del controlador
Una vez que lo hayas reiniciado, ve al Administrador de Dispositivos, localiza tu tarjeta Nvidia, haz clic derecho y selecciona “Propiedades”.Luego, ve a la pestaña Controlador. Comprueba el número de versión: si coincide con la que descargaste, ¡enhorabuena! Has bajado de versión correctamente. A veces, Windows puede tener dificultades, volviendo al controlador más reciente si no desactivas las actualizaciones, así que compruébalo bien. Además, vigila el comportamiento de tu GPU: si todo parece estable, es buena señal.
En algunas máquinas, esto falla la primera vez y luego funciona tras reiniciar, o viceversa. Sigue intentándolo si es necesario y no olvides probar tus aplicaciones o juegos para ver si los problemas que experimentaste han desaparecido o mejorado.
Consejos para degradar los controladores de Nvidia en Windows 10
- Crea un punto de restauración: Claro, es un extra, pero antes de ponerte manos a la obra con el piloto, crea un punto de restauración. Por si acaso, es una forma fácil de revertir la situación si algo sale mal.
- Verificar la compatibilidad: Asegúrate de que la versión del controlador que elijas sea válida para tu GPU y tu versión de Windows 10. Google y los foros son útiles para confirmar problemas conocidos con versiones específicas del controlador.
- Conserve el instalador: Guarde el instalador del controlador en un lugar seguro, como una unidad externa o una carpeta. Así, si necesita reinstalarlo en el futuro, estará listo para usar sin problemas.
- No actualices a menos que sea necesario: Solo cambia a una versión inferior si tienes muchos problemas o si una actualización causó problemas. A veces, mantener un controlador estable es mejor que buscar nuevas soluciones que podrían causar más errores.
- Sigue las noticias de Nvidia: Consulta las notas de lanzamiento de Nvidia o los foros de la comunidad; a veces, advierten sobre regresiones o conflictos de controladores que experimentan otros usuarios. Aquí, el conocimiento es poder.
Preguntas frecuentes
¿Puedo degradar los controladores de Nvidia a través de Windows Update?
No, Windows Update suele seguir actualizando los controladores más recientes. Para obtener una versión anterior, tendrás que descargarla e instalarla manualmente desde el sitio web de Nvidia o usar herramientas como DDU (Desinstalador de controladores de pantalla) para una eliminación más limpia.
¿La degradación dañará mis juegos?
Si el controlador más reciente causaba fallos extraños, revertirlo puede ser útil. Por otro lado, los controladores más antiguos podrían perderse las optimizaciones recientes, así que prueba tus juegos después para ver si el rendimiento o la estabilidad mejoran.
¿Cómo elijo la versión correcta del controlador?
Busca versiones documentadas que funcionen bien con tu GPU o consulta foros donde otros usuarios hayan probado compilaciones específicas. Las notas de lanzamiento de Nvidia pueden darte pistas sobre problemas conocidos o soluciones para tu modelo de tarjeta.
¿Puede esto causar inestabilidad en el sistema?
Si usa el controlador correcto para su hardware y sigue los pasos, no debería haber problema. Solo tenga cuidado con las versiones no compatibles o los instaladores dañados. Un poco de precaución siempre ayuda.
¿Qué pasa si algo se rompe después de cambiar a una versión inferior?
Regresa el sistema al punto de restauración que creaste anteriormente o reinstala manualmente el controlador más reciente de Nvidia. A veces, una reinstalación limpia de Windows es la única solución si la situación se complica.
Resumen
- Desinstalar el controlador actual.
- Descargue una versión anterior del controlador.
- Ejecute el instalador, preferiblemente con una opción de instalación limpia.
- Reiniciar.
- Verifique la versión de su controlador en el Administrador de dispositivos.
Resumen
Degradar los controladores de Nvidia no es pan comido, pero una vez que le coges el truco, es bastante sencillo. El truco está en asegurarte de usar la versión correcta; no tiene sentido instalar un controlador desactualizado que no sea compatible con tus juegos más recientes, ¿verdad? A veces, es una solución sencilla para los problemas de rendimiento que los nuevos controladores, especialmente en hardware antiguo, causan. Simplemente sigue estos pasos, sé precavido y presta atención a cómo van las cosas después.
Ojalá esto le ahorre algunas horas de frustración a alguien.¡Mucha suerte y no olviden hacer una copia de seguridad de su sistema antes de hacer cambios importantes!