Guía Completa para Cambiar la Unidad Principal en Windows 10

Cómo Cambiar la Unidad de Arranque en Windows 10

Cambiar la unidad principal desde la que Windows 10 arranca puede parecer complicado, pero en realidad es más sencillo de lo que parece una vez que sabes qué hacer. La clave está en acceder a la BIOS o UEFI y configurar tu equipo para que dé prioridad a otra unidad para el inicio. Esto resulta útil si estás cambiando discos, actualizando componentes o simplemente quieres personalizarlo un poco. El objetivo principal es lograr que tu sistema reconozca correctamente desde dónde debe arrancar Windows, y esto evita muchos dolores de cabeza en el futuro.

Entrar en BIOS o UEFI

El primer paso es reiniciar el equipo, pero no solo para cargar Windows otra vez: debes estar atento para presionar la tecla adecuada y entrar en BIOS o UEFI. Normalmente, son F2, Del o Esc. Pero, claro, con tantos teclas, puede resultar confuso, ¿verdad? Cuando enciendas tu PC, aparecerá la pantalla inicial por unos segundos, y allí tendrás que detectar el momento justo para pulsar la tecla que te dará acceso a la BIOS. Si no quieres estar a la carrera, algunos sistemas permiten acceder directamente a las configuraciones UEFI desde Windows:

  • Presiona Windows + I para abrir Configuración.
  • Ingresa a Actualización y seguridad > Recuperación.
  • Haz clic en Reiniciar ahora en la sección Inicio avanzado.
  • Cuando el equipo se reinicie, navega a Problemas > Opciones avanzadas > Configuración de firmware UEFI y pulsa Reiniciar.

Así te ahorras la típica carrera para llegar al teclado. ¿No es cómodo?

Localizar el Menú de Arranque

Cuando entres, toca buscar la opción del menú de arranque, que puede llamarse Boot, Opciones de arranque o Orden de arranque. Aquí es donde se decide qué unidad se revisa primero al encender el equipo. En función de tu placa base, el nombre puede variar, pero la función es la misma: poner la unidad que quieres en primer lugar de la lista. Usa las flechas o el ratón, si tu firmware lo soporta. Es muy importante dejar esto bien configurado, ya que básicamente estás diciendo a tu sistema qué disco priorizar para arrancar.

Cambiar el Orden de Arranque

Ya dentro del menú de arranque, es hora de mover la unidad que deseas como principal hacia la cima. Es como ordenar tus dispositivos en prioridad: solo tienes que seleccionarla y moverla hacia arriba. Para hacerlo:

  • Selecciona la unidad deseada (por ejemplo, “Samsung EVO SSD”).
  • Usa las teclas + / - o a veces F5 / F6 para subirla en la lista.

Recuerda: si no guardas los cambios, todo esto será en vano. El BIOS suele volver a la configuración por defecto si no confirmas, y eso puede ser muy frustrante.

Guardar y Salir

Tras mover la unidad a la posición correcta, guarda los cambios. Generalmente, hay una opción como Guardar y salir o simplemente debes pulsar F10. Confirma en la pantalla y listo. Si no ves la opción de guardar, tendrás que repetir el proceso, y a nadie le gusta hacerlo dos veces. Lo mejor es que esto sea lo último que tienes que configurar.

Iniciar con la Nueva Configuración

Después de guardar, el equipo se reiniciará con las nuevas indicaciones. Si seguiste todos los pasos correctamente, tu PC debería arrancar desde la unidad que seleccionaste. Si no, aparecerá un error diciendo que no encuentra Windows, lo cual indica que la unidad no está lista. Para verificar qué disco está activo, puedes revisar en Administración de discos:

  • Pulsa Windows + X y selecciona Administración de discos.
  • Busca el disco marcado con Arranque o que tenga la partición de Windows.

Consejos Rápidos para Cambiar de Unidad sin Problemas

  • Saber la Tecla Correcta: Asegúrate de conocer qué tecla presionar para entrar en BIOS o UEFI. Consulta el manual de tu placa base. Usualmente son F2, Del o Esc.
  • Haz Copias de Seguridad: Antes de tocar cualquier ajuste, respalda tus archivos importantes. Mejor prevenir que lamentar si algo sale mal con la selección de discos.
  • Etiqueta tus Discos: Si tienes varios discos, ponerle etiquetas en Administración de discos (como “SSD de OS” o “HDD de Datos”) puede ahorrarte confusiones.
  • Verifica la Ubicación de Windows: Antes de hacer cambios, asegúrate de que Windows está en la unidad que quieres poner como principal. Puedes usar msinfo32.exe para confirmar.
  • Utiliza la Administración de Discos: Para gestionar particiones o solucionar problemas, diskmgmt.msc es una herramienta útil para tener a mano.

Preguntas Frecuentes sobre Cambio de Disco de Arranque

¿Cómo puedo saber qué disco está configurado como de arranque?

Lo más fácil es revisar en BIOS/UEFI, en el listado de prioridades de arranque. También puedes abrir Información del sistema con msinfo32.exe para verificar qué disco está configurado como de arranque.

¿Qué pasa si elijo un disco que no es booteable?

Si seleccionas un disco que no puede arrancar, el sistema mostrará un error. En ese momento, simplemente entra en BIOS y corrige la configuración.

¿Puedo volver atrás si algo sale mal?

Por supuesto, solo ingresa nuevamente en BIOS y restaura la configuración anterior. Si quieres, puedes hacer una captura de pantalla o anotar cómo tenías todo configurado antes, para no olvidar.

¿Hay riesgo al cambiar la unidad principal?

Por lo general, no, pero siempre conviene tener cuidado. Un error o una unidad sin respaldo puede causar problemas. Antes de hacer cambios, asegúrate de que todas las unidades son detectadas correctamente.

¿Mis archivos estarán seguros durante el proceso?

Sí, cambiar la unidad de arranque no afecta los archivos en otras unidades. Solo asegúrate de que la unidad que eliges como principal tiene Windows y la información que necesitas para arrancar.

Resumen: Cambiar la Unidad de Arranque sin Complicaciones

Configurar un nuevo disco de arranque en Windows 10 no es ciencia de cohetes, pero requiere atención y cuidado. Respaldar los datos, entender qué cambios haces y seguir los pasos adecuados te evitará dolores de cabeza. Cada modificación en la BIOS puede abrir nuevas posibilidades para optimizar cómo funciona tu máquina. Si se hace bien, este pequeño ajuste puede mejorar la eficiencia y el rendimiento de tu sistema.

Al final, todo se trata de que tu equipo te sirva mejor. Si esta guía ayuda a que alguien evite un problema, ¡habrá valido la pena!